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Preludio para Madrid 92
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Española del Siglo XX, Entorno a la Generación del 51»
Introducción
Cristóbal
Halffter
es
uno
de
los
compositores
españoles
de
más
reconocido
prestigio
dentro
y
fuera
de
nuestras
fronteras,
y
probablemente
uno
de
los
compositores
de
la
generación
del
51
que
ha
dado
más
y
mejor
música.
De
familia
ilustre
en
cuanto
a
lo
musical
se
refiere1,
Cristóbal
Halffter
daba
nombre
-
quizá
sin
querer
-
a
la
generación
de
la
ruptura
"Considero
el
año
1951
importante,
por
lo
menos
para
mí
lo
es,
porque
es
el
año
que
terminé
la
carrera,
también
porque
este
año
la
terminaron
otros
muchos...
Lo
primero
que
intentamos
es
ese
querer
correr
el
camino
que
había
apartado
y
que
había
aislado
a
la
música
española,
y
recorrerlo
nosotros
por
nuestro
propio
paso"2.
Esa
frase
sirvió
de
punto
de
partida
para
una
Generación
que
se
sentía
agobiada
por
el
peso
de
la
inoperancia
de
la
música
española
del
momento,
y
buscaba
de
algún
modo
una
nueva
visión
que
devolviera
a
la
música
española
el
prestigio
que
antaño
había
tenido.
Sin
embargo,
Cristóbal
Halffter
no
cerró
de
un
portazo
la
puerta
con
el
pasado,
tomando
de
este
lo
que
de
verdad
valía
la
pena
salvar
-
o
por
lo
menos
lo
que
a
su
criterio
merecía
la
pena
salvaguardar
-:
"Creo
que
el
compositor
pertenece
al
entorno
de
su
propia
generación;
existen
en
él
dos
vínculos,
el
que
le
une
a
sus
maestros
y
el
que le une a sus continuadores"3.
El
hecho
de
que
actualmente
Halffter
sea
uno
de
los
grandes
representantes
de
la
música
española
del
siglo
XX,
y
sobre
todo
el
carácter
latino
que
conlleva,
no
es
coincidencia,
ya
que
tras
esa
afirmación
existe
un
entroncamiento
real
con
la
música
nacionalista,
entendiendo
esta
como
la
música
de
honda
raíz,
la
cual
heredó,
probablemente,
a
través
de
sus
tíos
y
primeros
maestros,
sabiendo
tratarla
de
tal
modo
que
la
ha
llevado
a
una
categoría
mayor,
y
quizá
a
la
cota
más
difícil
de
conseguir:
el
de
contemporanizar
esa
tradición
nacionalista
-
que
tan
peligrosa
es
en
su
tratamiento,
sobre
todo
en
el
hecho
de
no
caer
en
una
falta
de
imaginación
-
y
llevarla
a
un
grado
de
intelectualización
que
no
sea
posible
rebatir,
a
pesar
de
las
palabras
de
un
erudito
como
Schönberg,
quien
decía:
"La
escritura
sobre
temas
nacionalistas
es
un
reflejo
de
la
falta
de
imaginación"4;
llegando
desde
este
punto
de
partida
a
un
ennoblecimiento
de
la
realización
musical
sobre
ideas
de
carácter
nacional,
pudiendo
así
recordar
las
palabras
del
padre
Antonio
Exímeno:
"sobre
la
base
del canto popular debe construir cada pueblo su sistema artístico-musical"5.
No
hay
duda
de
que
Halffter
iniciaba
su
indudable
contemporaneidad
en
aquel
singular
grupo
"Nueva
Música"
integrado
por
Ramón
Barce,
Moreno
Buendía,
Fernando
Ember,
Enrique
Franco,
Manuel
Carra,
Antón
García
Abril,
Luis
de
Pablo,
Alberto
Blancafort
y
él
mismo,
de
los
cuales
buena
parte
son
prácticamente
desconocidos
en
la
actualidad,
siendo
Barce,
Luis
de
Pablo
y
el
mismo
Cristóbal
Halffter
los
que
han
mantenido
un
mayor
compromiso
con
la
actualización
de
la
música
Española.
Cristóbal
Halffter,
a
pesar
de
todo,
ha
sabido
mantener
una
posición
individual,
pues
pese
a
las
críticas
que
el
nacionalismo
suscitaba
en
ese
momento,
no
se
recataba
de
decir
lo
que
pensaba
al
respecto:
"Así
creo
que
el
músico
español
debe
conocer
la
música
más
nueva
que
se
haga,
las
últimas
innovaciones
y
adaptar
a
la
música
puramente
española
lo
que
más
le
atraiga,
para
conseguir
lo
que
todos
los
jóvenes
anhelamos
para
nuestro
arte"6;
a
pesar
de
las
críticas
-
como
la
anteriormente
expresada
por
el
propio
Schönberg
-,
no
ha
dejado
de
permanecer
en
su
recuerdo
como una música que podía ser llevada a una factura de gran relevancia.
Ahora
bien,
no
podemos
decir
que
la
música
de
Halffter
sea
puramente
nacionalista,
sino
más
bien
que
no
huye
de
sus
rasgos
y
los
incluye
en
ocasiones
de
forma
fortuita,
y
en
otras
con
gran
devoción
-
tal
y
como
las
que
aquí
tratamos
-
sin
prejuicios
de
ningún
tipo
en
el
empleo
de
cualquier
método
compositivo.
Al
decir
eso
me
viene
a
la
memoria
una
pregunta
que
un
compositor
realizara
a
Halffter
en
una
de
sus
muchas
conferencias,
y
en
la
que
éste
le
preguntaba
sobre
su
opinión
en
lo
referente
a
los
"retornos"
a
una
tonalidad
casi
de
principios
de
siglo,
que
parecían
utilizar
algunos
compositores,
respondiendo
a
ello
del
siguiente
modo:
"Eso
es
bueno
si
uno
desea
en
realidad
volver,
lo
que
ocurre,
es
que
algunos
ni
siquiera
han
ido"7.
Esa
frase,
que
además
de
todo
lo
que
conlleva,
nos
acerca
a
una
sana
visión
del
hombre
compositor,
es
fundamental
para
comprender
la
música
que
actualmente
realiza
Halffter,
la
cual
no huye de ninguna influencia, aunque ésta sea la tonal.
Otra
vez
Halffter
mantiene
en
toda
su
obra
una
gran
personalidad:
"digo
con
Picasso,
con
ser
personal
en
un
diez
por
ciento
de
la
obra,
ya
se
posee
una
personalidad
arrolladora"8,
y
tal
como
indica
Tomás
Marco:
"como
en
el
caso
de
la
mayor
parte
de
los
grandes
compositores
históricos...
Cristóbal
Halffter
es
capaz
de
sintetizar
y
deglutir
toda
clase
de
aprendizajes
e
influencias
y
convertirlas
en
sustancia
musical
propia.
Todo
lo
que
escribe
lleva
su
sello,
su
personalidad,
suena
a
él"9.
Todo
ello
no
está
reñido
con
una
fuerte
dosis
de
romanticismo
que
hace
aparición
en
buena
parte
de
su
obra,
tal
y
como
Tomás
Marco
indicaba
de
nuevo:
"Cristóbal
Halffter
es
un
compositor
en
lo
que
lo
expresivo
tiene
prioridad
sobre
lo
formal...
Ocurre
que
la
forma
no
es
para
Halffter
sino
un
vehículo
de
sus
necesidades
expresivas"10.
Este
romanticismo
puede
llevar
consigo
una
cierta
dosificación
de
libertad
compositiva,
sobre
todo
tratándose
de
un
compositor
en
el
que
prima,
por
encima
de
todo,
la
expresividad
y
la
emotividad,
cosa
que
se
hace
latente
en
los
títulos
de
sus
obras
:
"Elegías
a
la
muerte
de
tres
poetas
españoles".
"Noche
pasiva
del
sentido".
"Planto
por
las
víctimas
de
la
violencia",
"Réquiem
por
la
libertad
imaginada".
"Noche
activa
del
espíritu".
etc.,
y
que,
además,
resulta
evidente
no
sólo
en
sus
títulos,
sino
en
la
propia
música;
de
la
cual
una
de
las
obras
más
representativas
-
a
nuestro
juicio
-
es
el
Concierto
para
Violonchelo
y
Orquesta
número
2
titulado
:
"No
queda
más
que
el
silencio"11,
en
el
que
es
una
única
nota,
un
Sib
3,
el
que
reza
bajo
varios
fragmentos
del
insigne poeta Federico García Lorca:
I.- El grito deja en el viento una sombra de ciprés.
II.- Vine a este mundo con ojos y me voy sin ellos.
III.- Si muero dejad el balcón abierto.
Esa
expresividad
reconocida
continuamente
por
sus
propios
coetáneos
junto
a
ese
carácter
nacionalista
que
antes
mencionábamos,
hacen
de
Halffter
un
compositor
singular,
y
resulta
realmente
atractivo
analizar
sus
obras
ya
no
sólo
en
el
plano
afectivo
y
estético,
sino
también
en
el
plano
del
intelecto
y,
por
tanto,
en
su
interioridad
técnica;
sobre
todo
tratándose
de
uno
de
los
compositores
españoles
de
los
que
más
se
ha
hablado
y
se
habla
en
los
últimos
tiempos,
y
a
pesar
de
que
sea
precisamente éste uno de los pocos trabajos técnicos sobre su música.
La
estética
compositiva
de
Halffter
no
es,
sin
embargo,
y
a
pesar
de
lo
que
pudiera
parecer
en
las
afirmaciones
anteriores,
una
forma
de
componer
visceral
y
poco
rigurosa,
sino
todo
lo
contrario,
es
decir,
a
partir
de
unos
elementos
que
parecen
poco
concretos,
Halffter
llega
a
realizar
una
obra
de
gran
magnitud,
llevando
-
como
en
uno
de
los
casos
que
aquí
nos
ocupan
-
una
obra
de
reconocido
prestigio
a
cotas
aún,
si
cabe, de mayor altura.
Halffter
estrenó
sus
Cinco
Microformas
en
1959
con
el
consiguiente
escándalo.
Construída
sobre
una
serie
de
doce
notas,
él
mismo
manifestó
en
una
entrevista
publicada
en
la
Gaceta
Literaria,
con
respecto
a
este
hecho
"Mi
ilusión
sería
latinizar
el
serialismo"12.
Afirmaba
con
ello
una
necesidad
de
coherencia
y
control
musical
interno
que,
en
una
conferencia
dada
en
1960
reafirmaba
de
nuevo
diciendo:
"El
hecho
es
que
tanto
la
forma
como
el
ritmo
creo
que
serán
siempre
la
base
de
la
estructuración
de
mis
obras"13.
Esta
necesidad
de
coherencia
se
ha
mantenido
sin
lugar
a
dudas
como
un
apartado
de
gran
importancia
en
la
realización
musical
de
Halffter,
siendo
esta
idea
-
que
por
lo
demás
no
es
ajena
a
la
idea
de
desarrollo
clásica
-
una
de
sus
principales
bazas
en
su
composición
musical.
Mucho
tiempo
ha
pasado
desde
el
estreno
de
las
Cinco
Microformas
y
la
sociedad
ha
pasado
de
un
inconformismo
total
-
en
lo
que
a
cultura
se
refiere
-
a
una
pasividad
que
hoy
por
hoy
parece
llevar
a
algunos
jóvenes
compositores
a
un
regreso
a
las
ideas
tonales
de
antaño,
y
con
las
cuales
todo
compositor
-
sobre
todo
joven
-
que
se
precie
como
tal
actuará
de
forma
revolucionaria
como
ya
se
dio
antes
(la
historia
reciente
es
un
gran
ejemplo
de
ello).
Este
hecho
sin
embargo
ha
originado
el
que
buena
parte
de
los
compositores
que
en
su
día
se
encontraron
luchando
con
una
barrera
de
ideales
"demodé",
estén
haciendo
una
especie
de
recapitulación
hacia
un
mayor
acercamiento
al
oyente.
Aunque
el
caso
de
Halffter
no
es
ni
remotamente
el
antedicho,
sí
que
existe,
sobre
todo
en
el
Preludio
para
Madrid
92,
una
idea
de
"recomposición"
historicicista
que,
como
se
mencionaba
anteriormente
actúa
a
modo
de
retorno,
el
cual,
después
de
un
largo
recorrido,
ha
engendrado
una
nueva
posibilidad
que
quizá
antes
no
poseía,
sobre
todo
por
los
prejuicios
que
conllevaba;
es
decir,
la
utilización
de
la
tonalidad.
Ahora
bien,
en
Halffter,
en
el
Preludio
que
aquí
nos
ocupa,
así
como
en
otras
obras
en
las
que
ha
utilizado
esta
misma
idea
-
un
ejemplo
de
ello
es
Paráfrasis,
Tiento,
etc.-,
ese
retorno
no
se
ha
producido
de
la
forma
que
podemos
considerar
errónea;
es
decir,
el
retorno
ha
sido
con
un
aprendizaje
de
lo
anterior.
De
ese
modo,
un
compositor
que
haya
visto
y
conocido
realmente
la
música
que
se
ha
escrito
en
este
siglo,
nunca
va
a
poder
escribir
una
obra
con
clara
referencia
a
la
música
tonal
anterior,
ya
que
para
ello
sería
necesario
el
retorno
a
un
contexto
histórico
al
cual
ya
es
imposible
volver;
y
por
ello,
ese
retorno
se
va
a
producir
de
tal
modo,
que
esa
posible
tonalidad
no
será
tal,
sino
que
probablemente
se
tratará
de
una
ampliación
del
espectro
no
tonal
,
de
una
ampliación
de
la
llamada
"atonalidad",
de
manera
tal
que
ambas
se
completen
y
ofrezcan un nuevo porvenir musical: el que cada época y momento necesita.
Las
dos
obras
que
aquí
vamos
a
tratar
mantienen
una
idea
común,
la
utilización
de
los
elementos
derivados
de
la
música
y
escalas
españolas,
sobre
todo
del
"cante
jondo";
a
la
vez
que
dos
puntos
de
partida
totalmente
opuestos:
por
una
parte,
Debla
es
una
obra
escrita
para
flauta
sola,
y
por
otra
parte,
Preludio
para
Madrid
92
es
una
obra
escrita
para
gran
orquesta
y
coro.
En
la
primera,
Halffter
sintetiza
de
un
modo
muy
preciso
su
forma
compositiva
y
en
la
segunda
realiza,
sobre
una
obra
de
un
compositor
español
del
Barroco
-
el
Fandango
de
Soler
-
una
gran
orquestación
y
ampliación
tímbrica
y
sonora;
sobra
decir
que
Halffter
mantiene
un
domino
orquestal
realmente
sorprendente,
convirtiendo
una
obra
basada
prácticamente
de
forma
literal
sobre el Fandango14, en una obra suya, que suena a él.
EL LENGUAJE COMO MEDIO EXPRESIVO INDIVIDUAL
Hablar
del
lenguaje
es,
con
Halffter,
casi
imprescindible
antes
de
abordar
un
análisis
de
su
obra,
ya
que
la
gran
personalidad
del
compositor
se
revela
de
forma
plausible
en su música, siendo ésta un claro reflejo de su visión del mundo que le rodea.
Halffter
ha
sido
un
compositor
que
ha
escrito
la
mayor
parte
de
su
obra
con
destino
preferentemente
a
agrupaciones
orquestales,
quedando
la
música
de
cámara
y
solista
relegada
a
un
segundo
término
en
cuanto
a
número
de
composiciones
se
refiere:
"mi
pensamiento
musical
ha
encontrado
siempre
mejor
plasmación
en
la
música
orquestal
que
en
la
de
cámara"15.
Este
pensamiento
orquestal
tiene
mucho
que
ver
con
su
modo
compositivo,
el
cual
refleja
lo
que
Cristóbal
autodefine
como
"micropolifonía",
término
al
que
atribuye
la
compleja
sonoridad
derivada
de
la
superposición
de
muchas
líneas
melódicas,
las
cuales
con
su
unión
conforman
una
macroestructura
de
gran
riqueza
sonora
y
tímbrica.
Probablemente
ésta
sea
quizá
una
de
las
características
más
importantes
de
la
música
de
Cristóbal
Halffter,
es
decir
su
"riqueza
sonora"
la
cual,
a
partir
de
parámetros
en
muchos
casos
dispares,
consigue
una
plenitud
realmente
sorprendente.
Esta
idea
significa
en
Halffter
la
ampliación
de
la
idea
de
Schönberg
de
construcción
a
partir
del
elemento
contrapuntístico
horizontal,
quedando
el
elemento
vertical
(armonía)
relegado
a
un
segundo
plano.
Ahora
bien,
la
superposición
de
líneas
sonoras,
llegó
a
generar
en
la
posterior
evolución
de
la
escuela
vienesa,
y
sobre
todo
a
partir
del
serialismo
integral
y
otras
opciones
compositivas,
que
en
su
mayoría
parten
desde
el
fin
de
la
segunda
guerra
mundial
hasta
los
años
60,
una
nueva
forma
compositiva
basada
en
la
idea
monolítica
de
construcción
sonora,
en
la
que
el
elemento
que
sirve
de
representación
de
este
hecho
musical
es
el
"cluster";
esto
es,
una
sonoridad
derivada
de
la
multiplicidad
superpuesta
de
sonidos
de
modo
que
a
su
vez
produzcan
un
nuevo
y
único
sonido;
sonido
que
podríamos
asociar
al
de
un
sonido
grueso.
Esa
sonoridad
(cluster)
es
empleada
a
menudo
por
Cristóbal
Halffter
en
sus
obras
de
orquesta,
pero
no
a
modo
de
encadenamiento
vertical,
sino
como
producto
del
resultado
de
superponer
varias
melodías independientes entre sí (ejemplo 1).
Ejemplo 1
Ahora
bien,
no
sólo
la
utilización
de
la
llamada
"micropolifonía"
es
uno
de
los
elementos
en
que
se
fundamenta
la
música
en
Cristóbal
Halffter,
sino
que
además
de
ésta
subsisten
otros
muchos
también
importantes,
y
de
los
cuales
destaca
sin
lugar
a
dudas
la
idea
precisamente
contraria;
es
decir,
si
antes
hablábamos
de
una
idea
de
composición
de
multiplicidad
de
melodías,
esta
es
justamente
la
contraria:
la
de
una
única
línea
como
medio
de
expresión,
la
cual
ejerce
una
función
individual
y
personal
a
modo
de
visión
humana
del
individuo
sólo.
Estos
dos
hechos
confirman
una
idea
que
Cristóbal
Halffter
siempre
manifiesta
en
sus
entrevistas:
el
aspecto
del
hombre
solo
frente
a
la
humanidad,
a
la
vez
que
su
propia
soledad
frente
a
un
mundo
rico
en
diferentes formas de Concierto para violín, compases 21 a 29 (cuerdas solamente).
Esa
idea
de
linealidad
individual,
que
parte
de
la
idea
de
mantener
un
mismo
sonido
durante
un
largo
período
de
tiempo
-
asemejándose
a
la
idea
del
hombre
solo
frente
a
la
multiplicidad
de
caracteres
del
total
humano
-,
se
refleja
claramente
en
la
idea
de
sonido
lineal
frente
a
la
micropolifonía.
Todo
ello
encaja
perfectamente
en
la
idea
romántica
de
Halffter:
"El
aspecto
expresivo
tiene
prioridad
sobre
el
formal"16,
con
lo
que
Halffter
corrobora:
"Cuando
estoy
trabajando
suelo
sentir
atracción
por
ciertos
pasajes,
acordes,
compases
enteros,
que
no
tienen
una
razón
de
ser
concreta,
pero
que
sin
embargo
responden
al
carácter
mismo
de
la
obra
que
estoy
haciendo
y
que
son
introducidos
en
el
discurso
musical
sin
que
al
cabo
del
tiempo
pueda
explicar
yo
mismo el porqué de su existencia"17 . (Ejemplo 2).
Ejemplo 2
Esta
idea
se
refleja
en
buena
parte
de
sus
obras,
pero
sobre
todo
en
una
de
gran
belleza:
el
Concierto
número
2
para
Violonchelo
y
orquesta,
al
cual
hacíamos
referencia
anteriormente.
Este
se
divide
en
tres
secciones,
las
cuales
llevan
cada
una,
y
a
modo
de
rúbrica,
el
fragmento
correspondiente
a
los
textos
de
Federico
García
Lorca
ya
citados
.
Ese
culto
a
la
muerte
que
reflejan
esos
textos
son
el
reflejo
de
la
preocupación
humana
de
un
hombre
frente
al
mundo
que
le
rodea.
Esta
idea
se
plasma
en
el
Concierto
de
forma
realmente
sorprendente,
a
la
vez
que
de
extrema
belleza:
el
hombre
es
representado
por
la
voz
del
violonchelo
y
por
una
única
nota
que va a ser mantenida durante un período relativamente largo. (Ejemplo 3)
PRELUDIO PARA MADRID 92
EL TEMA ESCOGIDO
Halffter
toma
como
punto
de
partida
Fandango,
una
de
las
obras
más
conocidas
de
uno
de
los
grandes
compositores
españoles
del
Barroco,
el
Padre
Soler.
De
carácter
netamente
nacionalista,
la
obra
recoge
una
serie
de
gestos
de
la
música
popular
transformada
en
arte:
"que
el
carácter
de
una
música
verdaderamente
nacional
no
se
encuentra
solamente
en
la
canción
popular
y
en
el
instinto
de
las
épocas
primitivas,
sino
en
el
genio
y
las
obras
maestras
de
los
grandes
siglos
de
arte"24.
Cristóbal
Halffter
realza
su
carácter
y
su
vigor
nacionalista
y,
sobre
todo,
añade
una
soberbia
instrumentación,
de
la
que
saca
un
partido
realmente
interesante,
haciendo
suyas
las
palabras
de
un
compositor
como
Stravinsky:
"está
en
la
naturaleza
de
las
cosas
-
y
esto
es
lo
que
determina
la
marcha
ininterrumpida
en
el
arte
como
en
las
otras
ramas
de
la
actividad
humana
-
que
las
épocas
que
de
inmediato
nos
preceden
se
alejan
temporalmente
de
nosotros,
mientras
que
otras
épocas,
mucho
más
remotas,
nos
resultan familiares"25.
PLANTEAMIENTO ORQUESTAL
Así
como
en
otra
obra,
Paráfrasis,
Halffter
utilizaba
el
tema
de
Haendel
como
un
elemento
a
variar,
y
sólo
aparecía
limitadamente
en
determinadas
partes
de
la
obra
mientras
que
el
resto
mantiene
una
sonoridad
basada
en
la
"micropolifonía"
halffteriana,
en
este
caso
la
obra
va
a
mantener
fielmente
-
excepto
en
el
inicio
-
la
estructura
de
la
obra
de
Soler,
aunque
con
algunas
variaciones
de
forma,
apareciendo
las
distintas
secciones
mezcladas
de
diferente
modo.
A
pesar
de
que,
como
ya
se
ha
dicho,
la
obra
mantiene
continuamente
una
referencia
con
el
original
realmente
sorprendente,
no
deja
de
ser
curioso
que
la
obra
no
suena
a
Soler,
sino
a
Halffter.
Esa
idea
era
utilizada
mucho
antes,
en
1956,
por
el
propio
Stravinsky
de
forma
espléndida
en
sus
Variaciones
sobre
un
Coral
de
J.S.
Bach
("Von
Himmel
hoch
da
Komm'
ich
her"),
en
las
que
a
partir
de
una
exacta
reproducción
de
las
variaciones
para
órgano,
en
la
que
establece
como
única
diferencia
real
la
de
distintos
cambios
de
tono
con
respecto
a
la
obra
de
Bach,
realiza
una
orquestación
con
Coro
y
un
grupo
orquestal
reducido;
pero asombrosamente la obra "suena" totalmente a Stravinsky.
I. Stravinsky: Variaciones sobre un Coral de J.S. Bach", Variación II.
Ejemplo 22
El
caso
de
Stravinsky
es,
sin
duda,
uno
de
los
más
significativos
de
la
literatura
musical
de
nuestro
siglo
y
uno
de
los
grandes
innovadores
de
la
orquestación
actual:
"Se
comete
el
error
fundamental
de
considerar
la
instrumentación
como
cosa
aparte
de
la
música,
que
constituye
su
objeto26"
añadiendo
en
su
Poética
musical:
"tenemos
un
deber
para
con
la
música,
y
es
el
de
inventar"27.
Fundamentos
que
son
de
gran
importancia
en
la
construcción
musical,
sea
o
no
la
música
a
tratar
del
propio
compositor.
Recordemos
al
respecto
la
espléndida
orquestación
de
los
Cuadros
de
una
exposición de Mussorgsky realizada por Ravel.
La
idea
de
"inventar",
aún
siendo
en
la
música
original
de
otro
compositor,
parece
ser
para
Halffter,
en
la
obra
aquí
tratada,
un
paradigma
para
la
"recomposición"
musical;
mientras
que
en
Debla
realizaba
una
composición
basada
únicamente
en
las
características
de
la
escala
española,
en
el
Preludio
buena
parte
del
trabajo
compositivo
estaba
ya
hecho;
pero
para
crear
algo
nuevo
de
una
obra
ya
escrita
también
hace
falta
lo
que
comentaba
Stravinsky:
inventar.
En
una
conversación
mantenida
con
el
compositor
por
quien
subscribe
este
trabajo
hacia
el
año
1988,
para
preguntarle
sobre
lo
que
pensaba
sobre
una
obra,
haciéndole
aviso
de
que
su
música
me
había
impresionado
fuertemente
y
que
por
ello
quizá
tuviera
influencias
de
su
forma
de
componer,
él
me
respondía
lo
siguiente:
"
Son
cosas
que
yo
pienso,
pero
que
han
sido
las
mismas
cosas
las
que
con
tu
partitura
han
tomado
otro
cariz
diferente".
Esta
frase
se
puede
aplicar,
sin
duda,
para
la
música
del
propio
Halffter
y,
de
hecho,
es
lo
que
él
piensa
en
todo
momento;
esto
es,
la
idea
de
una
música
que
puede
partir
de
ideas
ya
plasmadas
anteriormente,
pero
que
en
su
pluma
se
convierten
en
nuevas
y
toman
forma
de
tal
modo
que
dejan
buena
parte
de
la
experiencia
neta
de
su
percepción
para
tomar
una
dimensión
humana
individualizada
que
contrasta
soberbiamente con la idea original.
UTILIZACION DE LA VOZ
Si
el
planteamiento
orquestal
es
el
de
una
orquestación
magnificante
sobre
un
tema
relativamente
sencillo,
la
utilización
de
la
voz
va
a
seguir
unos
derroteros
diferentes,
en
los
que
una
realización
sobre
la
idea
de
"solmización",
va
a
tener
lugar
en
una
música
que
no
quiere
expresar
una
idea
larga
que
resulte
a
su
vez
vaga,
sino
la
de
un
escueto mensaje tal y como es:
PACEM, JUSTITIAM, LIBERTATEM
Parece
que
Halffter
no
quiere
ser
perturbado
en
ningún
momento
por
un
texto
que
pueda
equivaler
a
una
idea
de
expresividad
excesiva,
escogiendo
únicamente
como
texto real las palabras anteriores, y haciendo hincapié sobre la palabra pacem.
La
utilización
de
la
solmización
sin
embargo
no
es
una
idea
nueva.
Esa
idea
era
ya
utilizada
por
Luciano
Berio
-
éste
sea
quizás
uno
de
los
compositores
actuales
que
ha
escrito
mejor
para
la
voz
humana
-
en
su
Sinfonía
escrita
en
1968.
En
ella
utilizaba
en
su
tercer
tiempo
titulado
"In
Ruhig
Fliessender
Bewegung",
un
"collage"
de
varias
obras
clásicas,
en
las
que
empleaba
la
solmización
como
una
alternativa
posible.
Ambos
casos
son
parecidos,
ya
que
tanto
Berio
como
Halffter
utilizan
algo
en
común:
un
tema
de
otro
compositor,
en
el
caso
de
Halffter
un
tema
del
Barroco:
el
Fandango
de
Soler,
y en el caso de Berio: un elemento de la Sinfonía número 2 de Mahler28, entre otros:
L. Berio: Sinfonía, segundo movimiento.
Ejemplo 23
De
hecho,
este
arpegiado
se
va
a
constituir
en
elemento
pedal
sobre
el
que
giran
todas
las
ideas
melódicas
de
la
obra,
y
al
igual
que
en
el
caso
de
Soler,
va
a
servir
como
idea
motriz y de reclamo continuamente.
La
construcción
de
la
obra,
sin
embargo,
va
a
partir
de
una
organización
formal
dividida
en
tres
secciones
principales
que,
a
su
vez,
serán
divididas
en
otras
agrupaciones
internas
individuales,
y
estas
también
divididas
en
otras
pequeñas
células temáticas. La división interna se rige por la idea que reflejamos seguidamente:
Ejemplo 25
Esta
división,
que
se
hace
plausible
tan
sólo
en
una
observación
poco
minuciosa
de
la
obra,
se
organiza
sin
embargo
de
forma
muy
precisa,
y
tiene
como
punto
de
apoyo
formal
la
numeración
de
la
serie
áurea29
que,
en
este
caso,
va
a
servir
para
controlar
las
duraciones
de
las
diferentes
partes
y,
sobre
todo,
nos
va
a
llevar
a
una
configuración
de
tipo
general
que
asegura
una
coherencia
del
resultado
final.
Aunque
no
coincide
en
cuanto
al
número
de
compases
exacto
(358
x
0,618
=
221,244),
sí
que
podemos
observar
sin
embargo,
que
la
parte
intermedia
mantiene
una
estructura
de
compases
muy
cercana
a
la
del
número
áureo:
"Las
irregularidades
apenas
perceptibles son las que han infundido vida a la obra artística"30 .
Debemos
observar,
además,
que
la
estructura
se
compone
de
una
parte
introductoria
relativamente
corta
(31
compases),
y
otra
de
mayor
envergadura
que
sirve
de
final
(109
compases);
componiéndose
ésta
de
la
mitad
de
compases
de
la
agrupación
intermedia (218 compases) .
EL
PROCESO
DE
ENCADENAMIENTO
FORMAL,
EL
MATERIAL
UTILIZADO,
Y
SU
PARECIDOS
CON
LA
CONFIGURACION
TANTO
FORMAL
COMO
TONAL
DEL
FANDANGO DE SOLER.
El
parecido
formal
del
Preludio
con
el
Fandango
de
Soler
será
realmente
sorprendente
ya
que,
si
bien
la
ordenación
melódica
va
a
ser
siempre
cambiante,
ésta
va
a
mantener
una
fidelidad
importante
con
el
original.
Esta
fidelidad,
sin
embargo,
se
verá
perturbada
en
algunos
casos
por
la
repetición
de
algunos
elementos
o
bien
por
un pequeño desarrollo de los mismos.
Primera sección. Introducción
De
hecho,
únicamente
en
la
parte
introductoria
inicial
podemos
decir
claramente
que
tenemos
un
elemento
que
se
diferencia
de
la
obra
de
Soler,
sirviendo
este
inicio
como
introducción
y
puesta
a
punto
para
la
idea
que
tomará
relevancia
a
partir
de
ese
momento (ejemplo 24). La introducción se organiza entonces del siguiente modo:
Ejemplo 26
Podemos
observar
en
este
inicio,
que
las
tres
palabras
que
anunciábamos
anteriormente
van
a
utilizarse
de
forma
un
tanto
curiosa.
Por
una
parte,
Pacem
será
la
palabra
repetida
mayor
número
de
veces
y
de
forma
más
significativa,
mientras
que
Justitiam
y
Libertatem,
van
a
pasar
a
un
segundo
plano
de
importancia,
como
si
Halffter
quisiera
decirnos
que
no
puede
haber
justicia
ni
libertad
si
antes
no
hay
verdadera
paz.
Pero
orgánicamente
podemos
observar
que
cada
palabra
va
a
añadir
un
nuevo
compás
a
la
organización
interna:
la
primera
se
constituye
sobre
3
compases,
la
segunda
sobre
4,
la
tercera
sobre
5,
y
a
partir
de
ese
momento
van
a
mantener
una
distribución
de
7
compases
combinando
5
+
2,
excepto
al
final
del
fragmento
en
el
que
sólo
utiliza
5
compases.
Se
observa,
además,
en
la
partitura,
que
estas
divisiones
formales
internas
van
a
ser
reforzadas
por
la
aparición,
paso
a
paso,
de
una
mayor
envergadura
instrumental
(reflejada
en
el
gráfico
del
ejemplo
26
con
un
entramado
cada
vez
más
denso),
y
separando
a
cada
una
de
ellas
un
pequeño
y
rápido
arpegio
efectuado
por
las
flautas
y
los
clarinetes.
Además
de
lo
dicho
anteriormente,
el
compás
utilizado
va
a
ser
el
de
3/8,
lo
cual
servirá
para
realzar
todavía
más
claramente
cada
una
de
las
sílabas
de
la
palabra
indicada,
a
modo
de
pulsación
continua.
Ejemplo 27
Todo
esto
nos
va
a
llevar
desde
una
polarización
sobre
la
nota
Re,
hacia
un
desplegamiento
vertical
sobre
La,
en
el
que
se
va
a
aplicar
la
fórmula
rítmica
de
acompañamiento citada en el ejemplo número 24.
Aparece
aquí
uno
de
los
elementos
constructivistas
principales
de
la
música
de
Cristóbal
Halffter,
utilizado
de
forma
importante
en
Debla:
la
idea
de
linealidad.
Esta
idea
se
encuentra
a
menudo
ligada
íntimamente
con
la
de
micropolifonía
y
es,
de
hecho,
este
concepto
de
linealidad
el
que
origina
el
de
micropolifonía,
a
modo
de
necesaria
ampliación
del
aspecto
lineal.
Es
con
esa
idea
con
la
que
da
comienzo
la
obra:
la
línea
parte
en
este
caso
de
una
nota
determinada
-
un
Re
4
-
y
se
desarrolla
posteriormente
con
una
multiplicidad
de
líneas
impresionante,
hasta
llegar
a
una
resolución
a
modo
de
pedal
sobre
una
bordadura
con
las
notas
La-Sol#-La.
Esta
aplicación
la
encontramos
continuamente
en
toda
su
música,
desde
una
idea
de
linealidad
absoluta
como
en
su
obra
Cadenza
para
piano
solo,
en
la
que
mantiene
una
resonancia
aplicada
(armónicos
resultantes)
frente
a
una
pulsación
constante
sobre
la
nota Si 3:
Ejemplo 28
O
en
el
caso
de
Debla,
en
la
que
era
la
flauta
la
que
mantenía
una
linealidad
parecida
a
la empleada en el Fandango (ejemplo 13).
e
ese
modo,
y
a
partir
de
una
idea
horizontal,
un
arpegiado
(Ejemplo
24)
toma
relevancia
de
gran
masa,
a
la
que
se
le
aplica
una
multiplicidad
sonora
a
modo
de
una
gran
reverberación
instrumental:
"La
unificación
de
la
escucha
espacial
y
musical
es
el
resultado
de
la
utilización
unidireccional,
unidimensional
de
la
geometría,
aumentada
particularmente
por
las
posibilidades
de
la
reverberación"31;
utilizando
ésta
de
modo
que
la
percepción
total
no
sea
de
absoluta
claridad,
sino
que
parezca
el
resultado
de
una suma de circunstancias a modo de una gran catedral y su natural reverberación.
Esa
linealidad
de
pedal
continuo
-
ya
utilizada
por
el
mismo
Soler
-
sobre
la
idea
de
"zapateado"
de
la
fórmula
principal,
que
se
convierte
en
una
especie
de
obstinado
continuo,
permite
adherir
sobre
sí
misma
una
gran
cantidad
de
diferentes
fórmulas
melódicas,
que
van
a
tener
una
importancia
relevante,
aunque
todas
ellas
deriven
de
la misma idea: la escala de connotaciones españolas.
Ejemplo 29
sta
escala
es
utilizada
continuamente
en
toda
la
obra,
y
se
puede
decir
que
en
realidad
no
existe
otra,
ya
que
a
lo
sumo
se
llegan
a
utilizar
determinados
cambios
de
registro
que
implican
un
cambio
de
altura,
pero
no
un
cambio
de
funcionalidad
tonal.
Podemos
comprobar,
además,
que
se
trata
de
una
escala
totalmente
simétrica
e
igual
a
la
de
Debla,
en
la
que
en
ambos
extremos
se
encuentra
una
distancia
de
semitono
ligada
a
la
de
3
semitonos
(o
segunda
aumentada).
Hay
que
decir,
sin
embargo,
que
normalmente
utiliza
la
escala
de
tal
modo
que
la
sensible
de
la
tonalidad
aparente
(Sol#)
sólo
hace
aparición
como
sensible
de
La,
y
raramente
a
modo
de
encadenamiento
por
pasos
melódicos
de
segunda
(escala
ascendente
completa),
mientras
que
el
primer
tetracordo
sí
que
mantiene
mayoritariamente
una
estructura
de
realización,
en
la
que
se
enlazan
continuamente
las
cuatro
notas
que
lo
constituyen
de forma bastante clara.
Esta
escala,
que
es
ya
apuntada
en
la
introducción,
va
a
tener
mayor
envergadura
-
en
cuanto
a
desarrollo
se
refiere
-
en
la
siguiente
sección,
que
se
configura
como
la
sección
principal
de
desarrollo
de
toda
la
obra,
aunque
en
realidad
esté
ya
apuntada
claramente
en
las
escalas
ascendentes
que
mantienen
los
instrumentos
de
cuerda
y
madera
desde
el
compás
14
al
compás
31
-
conclusión
de
la
introducción
-
y
la
entrada
de la segunda sección.
Segunda sección. Aparición y desarrollo de los elementos principales
Si
en
la
anterior
sección
podíamos
ver
cómo
toda
la
distribución
sonora
se
ejercía
con
gran
vinculación
al
crecimiento
orquestal
y
a
la
aparición
de
elementos
nuevos
de
la
orquesta
que
servían
a
su
vez
de
división
interna,
también
en
esta
sección
vamos
a
encontrar
elementos
parecidos
a
la
anterior,
de
tal
modo
que
para
la
división
interna
se
van
a
utilizar
masas
orquestales
diversificadas
en
diferentes
grupos
sonoros
y
tímbricos,
que
lo
que
van
a
hacer,
en
realidad,
va
a
ser
dar
una
nueva
y
mayor
dimensión tímbrica a un hecho relativamente simple.
La
agrupación
formal
que
va
a
mantener
esta
segunda
sección
va
a
ser
más
compleja,
entrando
a
formar
parte
del
texto
un
elemento
hasta
ahora
no
utilizado
-
el
texto
en
este
caso
va
a
tener
como
única
palabra
importante
"Pacem"
-:
la
solmización
,
de
la
cual
hemos
hablado
anteriormente.
Sin
embargo,
Halffter
parece
agrupar
las
diferentes
partes
internas
por
grupos
bastante
homogéneos
y
la
mayoría
de
ellos
con
el
mismo
número
de
compases32.
Esta
segunda
sección
se
va
a
dividir
en
cuatro
partes
importantes
que
vamos
a
llamar
A-B-C-D,
siendo
construídas
de
modo
creciente
en
lo
referente
al
número
de
compases
utilizados.
Sólo
una
cosa
nos
va
sorprender,
y
es
el
hecho
de
que
en
el
compás
43
aparece
un
texto
superpuesto
en
las
cuatro
voces
que
es
el
siguiente:
Pa-Jiu-Te-Pa,
del
cual
no
acertábamos
a
comprender
su
verdadero
significado;
consultado
el
propio
Halffter,
éste
nos
hizo
saber
que
se
trataba
de
un
error,
y
que
el
texto
que
debía
figurar
era
el
siguiente:
Pa-Jiu-cem-Pa,
es
decir haciendo referencia a las palabras Pacem y Justitiam.
Cada
sección
está
claramente
dividida
por
su
propio
contenido
instrumental,
y
por
la
aparición
de
diferentes
elementos.
Hemos
utilizado
para
la
construcción
del
gráfico
siguiente
una
división
interna
por
grupos
que,
a
su
vez,
mantienen
una
división
interna
más
precisa.
Para
ello
utilizamos
dos
enumeraciones
de
compás,
la
superior,
que
se
refiere
a
los
números
de
compás
del
Preludio
de
Halffter,
y
la
inferior,
que
se
refiere
a
los
números
de
compás
utilizados
en
el
Fandango
de
Soler.
Veamos
inicialmente
la
estructura
global
de
toda
la
sección,
para
de
ese
modo
poder
hablar
más
adecuadamente de su construcción:
Ejemplo 30
Se
observa
de
forma
clara
cómo
se
mantiene
una
agrupación
de
divisiones
internas,
la
cual
se
halla
en
sentido
creciente
-
en
lo
referente
al
número
de
pequeñas
partes
utilizadas
-
pasando
de
una
sección
introductoria
"A"
dividida
en
2
pequeñas
partes,
a
una
posterior
"B"
de
7,
una
"C"
de
10
y
otra
"D"
de
13,
manteniendo
al
igual
que
en
la
introducción,
una
continua
ampliación
del
material
sonoro,
que
en
este
caso
y
a
partir
de B mantiene una ampliación de grupos de 3 partes.
La
sección
"A"
se
configura
como
una
sección
mucho
más
independiente
con
respecto
a
las
posteriores,
sobre
todo
en
lo
referente
al
material
compositivo.
En
esta
sección,
Halffter utiliza el inicio de los compases 270 a 274 del Fandango de Soler:
Ejemplo 31
Este
fragmento
es
empleado
de
forma
exacta
por
Halffter
,
colocando
en
las
partes
señaladas
el
grito
gitano,
que
en
este
caso
se
realiza
con
la
palabra:
"Hai".
La
única
diferencia
que
se
establece
con
respecto
a
la
segunda
parte
de
esta
misma
sección,
es
que
realiza
una
repetición
con
notas
mantenidas
del
mismo
grito,
utilizando
una
pequeña
prolongación
que
le
lleva
al
inicio
de
la
segunda
sección:
"B".
Aparece,
en
consecuencia,
la
totalidad
del
fragmento
que
va
desde
el
compás
270
al
279
del
Fandango
de
Soler,
y
en
él
se
usa,
a
modo
de
reseña,
la
escala
completa
que
va
a
utilizar
en
toda
la
obra
(
ejemplo
29),
con
sólo
una
variación
en
su
segunda
parte,
en
la
cual
va
a
prolongar
la
fórmula
principal
con
clara
tendencia
a
la
resolución
de
las
voces
-
en
este
caso
efectuadas
por
el
coro
-
,
para
dar
de
ese
modo
entrada
por
primera
vez
al
clavecín
en
el
compás
52,
que
es,
en
cierto
modo,
el
alma
sonoro-
tímbrica
de
la
obra
de
Soler.
La
entrada
del
compás
43
mantiene,
sin
embargo,
la
misma estructura que el Fandango:
Ejemplo 32
A
partir
de
ese
momento,
Halffter
indica:
"a
partir
del
compás
43
no
se
indican
cambios
de
tempi.
Deberá
mantenerse
el
negra
igual
a
78-80
como
constante,
si
bien
se
recomiendan
accel.
y
rit.,
quedando
estos
a
gusto
del
director"33.
Esa
libertad
se
adecua
perfectamente
al
criterio
compositivo
sobre
la
idea
de
obstinado
constante
y,
de
hecho
podríamos
decir
que
la
fórmula
arpegiada
del
bajo
va
a
mantenerse
durante
todo
el
resto
de
esta
sección,
apareciendo,
eso
sí,
las
diferentes
partes
melódicas
del
Fandango
,
pero
de
tal
modo
que
no
difieren
realmente
de
la
idea
principal,
ya
que
se
encuentran
implícitas
en
ella
misma,
es
decir,
el
arpegiado
del
zapateado
es
tan
reconocible,
que
toda
la
obra
podría
mantenerse
con
esa
simple
idea
junto
con
sus
fórmulas
melódicas
también
simples;
y
de
hecho
eso
es
lo
que
va
a
suceder
-
de
forma
parecida
a
la
que
Ravel
lo
utiliza
en
su
Bolero
-
pues,
si
bien
siempre
son
las
mismas,
no
son
perceptibles
como
tales.
Halffter,
sin
embargo,
va
a
mantener
la
misma idea del Fandango, incluso sus pequeñas melodías (ejemplo 33).
En
este
ejemplo
hemos
superpuesto
a
la
idea
principal
las
melodías
más
características
utilizadas
por
Soler,
que
a
su
vez
son
utilizadas
por
Halffter,
empleando
la
enumeración
de
compases
de
ambas
obras.
Podemos
observar,
en
primer
lugar,
que
Halffter
no
sigue
un
orden
de
continuidad
absolutamente
fiel
a
Soler
(no
se
pretende
plagiar,
sino
inventar)
y,
en
segundo
lugar,
que
las
voces
del
coro
van
a
empezar
siempre
a
modo
de
un
crescendo
vocal
de
voz
añadida
continuamente,
con
una
idea
parecida
a
la
que
se
halla
en
la
orquesta.
Esa
idea,
que
aparece
por
vez
primera
en
este
lugar,
va
a
ser
utilizada
durante
toda
la
obra.
La
tercera
sección
"C"
va
a
dar
comienzo
con
otra
de
las
partes
importantes,
y
sobre
todo
más
características
de
la
obra,
que
es
el
contratiempo
que
tiene
lugar
en
el
inicio
del
compás,
y
que
será
utilizado en el compás 84, en el 143 y en el 340:
Ejemplo 33
Ejemplo 34
El
compás
84
de
Halffter
es
utilizado
al
igual
que
el
compás
25
de
Soler,
mientras
que
el
compás
143
y
340
de
Halffter
se
utilizará
de
igual
modo
que
el
compás
66
de
Soler,
ya
que
ambos
son
prácticamente
idénticos
con
la
única
salvedad
de
que
añade
en
el
bajo
un
arpegiado
descendente.
Sin
embargo,
esta
parte
"C"
es
la
única
que
no
utiliza
la
palabra
"Pacem"
en
toda
la
sección,
preponderando
siempre
la
solmización
y
los
fragmentos
sin
texto.
Esto
es
aprovechado
por
Halffter
para
realizar
con
los
elementos
temáticos,
grandes
dosificaciones
instrumentales
que
le
van
a
dar
un
contenido tímbrico que el Fandango no tiene.
En
el
compás
143
da
comienzo
la
sección
"D"
que
aparece,
al
igual
que
la
anterior,
con
una
entrada
en
contratiempo
que
será
utilizada
como
la
culminación
tímbrica
de
lo
precedente,
observándose
en
el
inicio
una
combinación
melódica
de
los
compases
66
y
siguientes
del
Fandango,
interviniendo
en
el
contratiempo
inicial
toda
la
orquesta
incluido
el
coro,
para
seguidamente
-
mientras
que
las
cuerdas
mantienen
el
obstinado
rítmico
-
ser
combinada
la
melodía
con
voces
e
instrumentos
de
madera
agudos,
seguidos
de
los
fagotes
y
trompas,
y
posteriormente
por
una
combinación
de
todos
los
instrumentos
de
madera
y
percusión,
dando
evidentemente
una
impresión
tímbrica
realmente
distinta
a
la
de
Soler.
Esta
combinación
se
mantiene
prácticamente
hasta
el
tutti
orquestal
del
compás
167
y
168
en
los
que,
con
la
aparición
de
nuevo
del
clave,
vuelve
a
empezar
una
distribución
contrapuntística
entre
las
diferentes
secciones
de
la
orquesta,
pero
con
la
diferencia
de
que
no
están
organizadas
por
medio
de
grupos
de
sonoridad
concreta.
Todo
ello
va
a
conducir
a
un
gran
tutti
orquestal
que
se
prolongará
desde
el
compás
105
hasta
el
compás
223
donde
se
va
a
realizar
un
decrecimiento
instrumental
(cada
vez
va
a
haber
menos
instrumentos
que
participan
en
el
entramado
melódico),
para
llegar
en
el
compás
248
al
silencio
más
importante
de
toda
la
obra:
el
compás
en
este
caso
es
5/4,
y
los
silencios
están
ordenados del modo siguiente:
Ejemplo 35
Tercera sección. Continuación y conclusión del desarrollo anterior
Esta
tercera
sección
poco
va
a
traer
de
nuevo
con
respecto
a
las
anteriores,
ya
que
a
pesar
de
su
longitud
se
va
a
organizar
como
un
continuo
crescendo
hacia
un
final
conclusivo
de
gran
fuerza
sonora.
Esta
es
la
distribución
formal
que
va
a
utilizar
Halffter:
Ejemplo 36
En
la
sección
anterior
"B",
-incluso
en
el
Fandango
de
Soler
-
ya
han
aparecido
todos
los
elementos
significativos
de
la
obra,
por
lo
que
a
partir
del
compás
249
(compás
290
del
Fandango),
se
va
a
hacer
uso
de
los
elementos
en
arpegiado
al
igual
que
aparecen
en
el
Fandango
de
forma
bastante
fiel,
con
la
única
excepción
de
los
fragmentos
en
prolongación,
los
cuales
utilizan
siempre
el
elemento
arpegiado
principal
como
base
conductora.
Hay
que
destacar,
sin
embargo,
que
en
esta
sección
aparece
más
que
en
ninguna
otra
parte
de
la
obra,
una
distribución
de
compases
fiel
al original de Soler.
Esta
tercera
sección
mantiene
una
distribución
parecida
a
la
primera,
pero
de
forma
contraria
a
la
que
veíamos
en
la
segunda
sección
(
ejemplo
30),
en
la
que
se
iniciaba
la
sección
con
un
grupo
en
A
de
2
partes,
al
que
seguía
otro
B
de
7
partes.
De
hecho,
esta
tercera
sección
parece
utilizar
una
retrogradación
formal
con
respecto
a
la
segunda,
aunque
las
distintas
partes
sean
mayores
en
cuanto
a
su
tamaño,
pero
por
otro
lado
lógicas teniendo en cuenta que se hallan al final de la obra y sirven de conclusión final.
La
primera
parte
de
esta
sección
E
va
a
traer
un
nuevo
elemento
que
no
había
aparecido
en
toda
la
obra,
y
que
tiene
su
primera
aparición
en
el
compás
320,
es
decir,
casi
al
final
de
la
sección.
Nos
referimos
al
elemento
de
aleatoriedad
controlada
que
van a utilizar las voces:
Ejemplo 37
En
esta
parte
indica
Halffter:
"cada
cantante
individualmente.
Oscilación
de
la
voz
en
ritmo
vivo
e
irregular"34,
y
en
él
todas
las
voces
van
a
utilizar
la
vocal
"A".
Esta
aleatoriedad,
tan
utilizada
por
Halffter
en
otras
obras,
es
empleada
únicamente
desde
el
compás
320
hasta
el
compás
332,
culminando
en
una
nota
lo
más
aguda
posible.
También
los
instrumentos
de
viento-metal
van
a
realizar
un
encadenamiento
parecido
de
aleatoriedad,
pero
sólo
va
a
tener
una
duración
de
3
compases,
desde
el
compás
329 al 331 (ejemplo 38).
ste
va
a
ser,
de
hecho,
el
indicativo
de
que
la
obra
llega
a
su
fin;
fin
que
sobrevendrá
en
el
compás
340
y
se
prolongará
hasta
el
358.
Da
comienzo
con
la
idea
de
contratiempo
utilizada
según
el
compás
66
del
Fandango
de
Soler,
añadiendo,
para
finalizar,
parte
de
la
misma
idea
que
había
aparecido
en
el
inicio,
es
decir,
la
idea
de
escalas
ascendentes
y
la
de
la
bordadura
sobre
La
(Sol#-La),
al
igual
que
ocurría
al
final
de
la
introducción,
compases
26
a
31.
De
hecho,
se
trata
en
realidad
de
una
repetición
con
conclusión del mismo final.
En
cuanto
al
texto,
en
esta
sección
se
mantiene
la
solmización,
pero
introduce
de
nuevo
la
palabra
"Pacem"
a
modo
de
conclusión,
utilizando
en
el
último
compás
el
grito
gitano
de
"Hai".
De
hecho
se
podría
decir
que
a
partir
del
compás
320
y
con
la
aparición del elemento aleatorio, empieza una resolución final.
Ejemplo 38
BREVE
REFLEXION
SOBRE
PRELUDIO
PARA
MADRID
92"
Y
EL
RESTO
DE
LA
MUSICA DE HALFFTER.
Hemos
podido
ver
a
través
del
análisis
realizado,
que
dos
obras
tan
distintas
como
son
Debla
y
el
Preludio,
mantienen
una
constante
de
gran
importancia:
la
utilización
de
un
lenguaje
nacionalista.
Este
lenguaje
se
hace
más
patente
en
el
Preludio,
sobre
todo
porque
en
este
caso
no
hay
pretensión
de
esconder
esos
términos
-
"mi
técnica
creacional
está
en
continua
transformación,
según
los
impulsos
que
recibo
del
mundo
exterior
me
van
creando
nuevas
posibilidades
de
comunicación"35
-
y
de
hecho
es
todo
lo
contrario;
es,
como
señala
Halffter,
una
continua
evolución
del
lenguaje
la
que
va
a
provocar
un
gran
desarrollo,
y
no
sólo
en
Debla
y
el
Preludio,
sino
en
la
totalidad
de sus obras.
Cristóbal
Halffter,
cada
día
que
pasa,
parece
tener
mayor
interés
en
recuperar
y
dignificar
una
música
española
que
a
los
ojos
externos
parece
no
tener
importancia.
A
todo
ello
hay
que
añadir
que
Halffter
ha
contribuído
de
gran
manera,
así
como
otros
compositores
que
ya
citábamos
anteriormente,
a
difundir
una
música
que,
partiendo
o
no de esquemas nacionales, llegan al exterior con unas cotas de calidad importantes.
Podríamos
citar
a
modo
de
conclusión
las
palabras
que
Enrique
Franco
pronunciara
en
el
diario
Arriba
en
1954
referidas
a
nuestro
compositor
:"La
originalidad
de
la
obra
de
Halffter
estriba
en
que
precisamente
siendo
consecuencia
de
muchas
cosas
españolas
y
europeas,
la
personalidad
del
autor
consigue
una
entidad
total,
que
resulta
en
nuestro
panorama
como
algo
nuevo
y
ambicioso
porque
aparece
todo
hecho
con
alegría,
con
ímpetu
juvenil,
sin
asombro
de
artificio,
como
fruto
de
un
sentimiento
actual
que
siente
que
ha
asimilado
un
repertorio
de
gustos
y
herencias".
Estas
palabras
pronunciadas
sobre
el
Halffter
de
24
años
siguen
todavía
hoy
en
plena
vigencia,
y
aunque
en
alguna
de
ellas
ya
ha
madurado,
ha
sido
sin
duda
para
conseguir
una plenitud, perseverancia y dominio musical que sólo el tiempo puede proporcionar.
Notas
1
Recordemos
que
sus
dos
tíos
fueron
Rodolfo
y
Ernesto
Halffter,
ambos
grandes
amigos
de
Falla,
del
cual
el
último
orquestó sus danzas españolas.
2 SAMUEL, Claude: Panorama de la Música Contemporánea. Madrid 1965.
3 CASARES, Emilio: Cristóbal Halffter. Ed. Universidad de Oviedo 1980, Colección Ethos música, número 3.
4 SCHÖNBERG, Arnold: Cartas. Ed. Turner. Madrid 1987
5
SOPEÑA,
Federico:
Manuel
de
Falla,
escritos
sobre
música
y
músicos.
Ed.
Espasa
Calpe,
colección
Austral.
Madrid
1988.
Pág. 86.
6 CASARES, E.: C. Halffter. Pág 56
7 Conferencia realizada en la Semana de Música Contemporánea de Barcelona, el día 20 de Febrero de 1989. (Barcelona)
8 CASARES. E.: C. Halffter. pág. 27
9 Ibídem, pág. 31
10 MARCO, Tomás: Cristóbal Halffter. Madrid 1972.
11 Esta obra, como toda la música de Cristóbal Halffter está editada por Universal Edition, Viena.
12 CASARES, E.: C. Halffter. Pág 84.
13 Ibídem, pág. 42.
14
Hemos
elegido
para
realizar
este
trabajo
la
revisión
y
transcripción
del
Fandango
de
Soler
realizada
por
Samuel
Rubio
y editada por Unión Musical Española.
15
Citado
en
la
contraportada
del
disco
"El
grupo
círculo
interpreta
a
Cristóbal
Halffter".
Editado
por
Grabaciones
Accidentales, nº 6 A-240.
24 SOPEÑA, Federico: Manuel de Falla, escritos sobre música y músicos. Pág. 86.
25 SOPEÑA, Federico : Stravinsky, vida, obra y estilo. Madrid 1956. Ed. Sociedad de estudios y publicaciones.
26 SOPEÑA, Federico : Stravinsky.... Pág. 51
27 STRAVINSKY, Igor: Poética musical. Madrid 1977. Ed. Taurus.
28 Esta obra de Luciano Berio está editada por Universal Edition, Viena.
29
También
llamada
serie
de
Fibonacci,
que
es
el
resultado
de
la
multiplicación
de
cualquier
número
por
0,618,
o
bien
la
serie ascendente 1,2,3,5,8,13, etc.
30 TOCH, Ernst: La Melodía. Barcelona 1985. Ed. Labor.
31 Festival d'Automne de París 1987, revista Contrechamps, número especial Luigi Nono, Pág. 133.
32
El
hecho
de
que
el
Fandango
utilice
siempre
una
estructura
de
ideas
musicales
sobre
2
compases
hace
que
la
realización orquestal deba ajustarse a dicha estructura, manteniendo agrupaciones de 6 u 8 compases.
33 Indicado en el inicio de la partitura, junto a las explicaciones convencionales.
34 Indicado en el inicio de la partitura, junto a las explicaciones convencionales.
35 Casares, E.: C. Halffter. Pág. 43.
© 2002, Agustín Charles Soler. Todos los derechos son propiedad del autor
Agustín Charles